FUERZA EN LA DEBILIDAD

La voz de Dios que hoy comparto en Mis Letras, va dirigida a ti, y a tu debilidad .

Recordemos hoy a un gran servidor de Dios, uno muy conocido por todos; me refiero al apóstol Pablo; quien es un gran ejemplo de fidelidad, fuerza y constancia. A pesar de las situaciones difíciles que vivió por causa de Cristo, siempre encontró a Dios en todo lo que le sucedía. Entendía que, a pesar de sus padecimientos y su constante aguijón de debilidad, le bastaba la gracia y el amor de Dios. Pablo sabía perfectamente cuál era la carrera que corría y cuál era el final de ella. Sabía que sus fuerzas venían de su Padre.

Hoy Papá quiere que sepas que Él es tu esperanza más grande, que Él quiere usar lo que parece algo negativo, para mostrar su gran poder. Su deseo es que, así como Pablo, perseveremos y no nos cansemos de seguir la carrera a pesar de lo que pueda debilitarnos.

Entiende que lo que hoy estás viendo como tu debilidad es realmente EL TESTIMONIO de Su gran poder. En tu debilidad podrás ver lo fuerte que eres en Dios, lo capaz que él puede llegarte a ser para superar tus miedos, problemas o enfermedades.

El secreto de la fuerza y constancia de Pablo, era el hecho de ver a Dios en TODO.

La vida de Pablo nos motiva a poner nuestros ojos en la grandeza de Dios más que en nuestras debilidades o necesidades.

¿Qué estás esperando de Dios?¿Sanidad? ¿Un empleo? ¿Justicia? ¿Algún bien material?

Dios es el dueño de TODA tu vida, no hay nada que se le escape de las manos, y no necesita tu ayuda; Él decide el momento correcto y bueno para hacer Su obra. Sólo sigue confiando y no te canses de hacer el bien. Su respuesta llegará, asegúrate de agradecerla todos los días y de seguir caminando hacia la meta.

Se trata de que llegues a amar más a Dios que a tu respuesta. Más a Dios que a tus deseos o planes.

-Te invito a que estos días tomes el reto de fijar tus ojos en Dios y vivir para Él y por Él. Ocúpate en buscarle a Él y en lo que te ha puesto hoy en tus manos hacer; sirve como Cristo lo haría. Estoy segura que esto le recordará a tu espíritu la razón por la que hoy aun vives.

Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.

2 Corintios 12:9